La tarta de chocolate más rica del mundo se la preparé a mi hijo por su tercer cumpleaños. Jugosa, con una capa crujiente, un intenso sabor a chocolate y perfecta para celebrar la vida. Triunfó entre todos los invitados. Es súper sencilla de preparar, con pocos ingredientes e incluso apta para celíacos porque no lleva harina.
Cualquier excusa es buena para disfrutar de esta tarta, ya se un cumpleaños, o como postre para una comida o una cena.
La decoré con frambuesas y la serví con un poco de mascarpone pero con helado o nata también queda genial. Se puede tomar caliente o fría. Es la tarta perfecta y yo ya solo pienso en repetirla.
Ingredientes:
200 g de chocolate negro
85 g de mantequilla
20 ml de aceite oliva
5 huevos
85 g de azúcar moreno de caña integral
Tips:
Horno 180 con ventilador durante 18-20 min
Elaboración:
Empezamos derritiendo el chocolate negro al baño maría con la mantequilla y el aceite de oliva. Dejamos que se vaya fundiendo poco a poco hasta que esté todo completamente integrado.
Por otro lado, separamos las yemas y las claras. Ponemos las claras en un bol con una pizca de sal y las vamos montando poco a poco con ayuda de unas varillas. Puede ser manual o eléctrico.
Vamos añadiendo el azúcar en tres tandas, a medida que se van montando hasta que las tengamos super firmes.
Por otro lado añadimos las yemas al chocolate derretido. Integramos, y ya tenemos las dos elaboraciones.
Vamos añadiendo poco a poco las claras montadas al chocolate derretido hasta tener una masa con una consistencia media. Id haciéndolo poco a poco con movimientos envolventes y con la ayuda de una espátula. Este paso es muy importante si queremos que la tarta quede aireada.
Pasamos la masa a un molde forrado con papel vegetal Y la metemos en el horno a 18 minutos a 180 grados con ventilador.
Desmoldamos y servimos decorando con frambuesas, un poco de mascarpone o cacao.