A veces las recetas más básicas son las más ricas. Un buen pisto casero hecho a fuego lento es perfecto para acompañar cualquier plato. Combina bien con todo: legumbres, cereales, pescados, carnes, huevos. Para realizar podéis utilizar las verduras que más os gusten.
Yo aprovecho para hacer mucha cantidad y congelar o envasar al vacío en frascos de cristal.
Ingredientes para una cazuela muy grande:
🔸1 cebolla.
🔸800 gr de tomate triturado.
🔸1 pimiento rojo grande
🔸1 pimiento verde grande
🔸1 berenjena.
🔸1 calabacín.
🔸sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra.
Pasos:
En una cocinamos la cebolla picada con aceite de oliva virgen extra a fuego medio con una pizca de sal hasta que esté de color transparente.
Cuando la cebolla empieza a coger color añado el pimiento rojo y verde cortado en dados y lo cocino unos 5 minutos a fuego medio. Cada vez añado una verdura, también añado un poquito de sal.
Añado la berenjena y el calabacín y lo mezclo todo bien. Intentad siempre que las verduras sean más o menos del mismo tamaño para que se cocinen en su punto todas a la vez.
Cuando las verduras estén pochadas añadimos el tomate triturado, mezclamos y cocinamos a fuego lento durante un buen rato. Cuánto más tiempo mejor.
Cocinamos a fuego bajo hasta que el tomate haya reducido su jugo y las verduras estén blanditas. A mi me gusta jugoso, pero podéis dejarlo que reduzca un poco más.
Servir
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